En
2007 una red de 20 organizaciones de cafetaleros, defensores de
derechos humanos y académicos denunciaron el programa Maíz
Solidario del gobierno de Chiapas por la distribución de
fertilizantes químicos, semillas híbridas y herbicidas y exigieron
que en su lugar se destinaran los recursos de este y otros programas
al fomento de la producción de maíz de autoconsumo en transición a
la agricultura orgánica y la soberanía alimentaria.
El
gobierno del estado, a través de la Secretaría del Canmpo,
respondió a las organizaciones pidiendo una propuesta técnica.
Después de foros campesinos en el marco de la Campaña Sin maíz no
hay país, llevados a cabo en las regiones Altos, Fronteriza, Sierra
y Selva, en marzo de 2008 se dio a conocer una estrategia de
transición del maíz de autoconsumo a la soberanía alimentaria con
base en la agricultura sostenible.
El documento conocido como
Iniciativa Popular MaízCriollo Chiapas, estuvo
respaldado por una red de 6,500 productores de maíz de autoconsumo,
distribuídos en más de 300 comunidades de 50 municipios de Chiapas.
La propuesta fue aprobada para un techo de 2,000 productores,
principalmente en Los Altos de Chiapas y al 2012 forma parte del
programa técnico de la Unión de Milperos Tradicionales Sueños de
los Hombres y Mujeres de Maíz AC, una Agencia de Desarrollo Rural
que opera recursos del Programa Especial de Seguridad Alimentaria
(PESA) en los municios Tenejapa, Mitontic y San Juan Cancuc. Quedaron
sin apoyo más de 8,000 productores que ofrecían sus parcelas para
formar parte de esta estrategia, sin embargo, se consolidó una red
de promotores campesinos en defensa de las semillas criollas y la
agricultura campesina sostenible, que se conoce como Red de semillas
criollas o Red Maíz.
La
estrategia fue respaldada por investigadores de INIFAP, UNICH,
Ecosur, UAM y otras instituciones, con lo que se convenció a la
SECAM, CDI y otras dependencias que han aportado recursos financieros
para continuar con el proceso. Desde 2009, el programa Maíz
Solidario eliminó al 100% la distribución de fertilizantes químicos
y de semillas híbridas, sin embargo, es necesario fortalecer a los
promotores campesinos con un programa de capacitación en técnicas
de manejo orgánico de las semillas nativas de maíz y frijol, este
programa podrían impartirlo por lo menos 20 técnicos campesinos,
más de la mitad de ellos mujeres, todos ellos hablantes de las
lenguas tseltal y tsotsil.
El
fitomejoramiento participativo es una alternativa práctica para
mejorar la producción de semillas nativas y cortar la dependencia
tecnológica de las semillas híbridas, así como cerrar las
posibilidades de contaminación de maíz transgénico. La técnica
proviene del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas de Cuba
(INCA), ha sido probada en decenas de países de Latinoamérica y
Asia, y que desde 2003 han sido la base metodológica de la Red Maíz
Criollo Chiapas. En 2010 el
investigador líder del proceso, Humberto Ríos Labrada, recibió el
premio Goldman, también conocido como el nobel en ecología.
Felicitaciones por su trabajo!
ResponderEliminarEn Perú, el 7 de agosto dimos inicio a lo que hemos denominado la Red Semillas Libres de América. Creo que esta sería una muy buena experiencia para compartir con la Red.
Si miran la página www.redsemillaslibres.org nos pueden enviar sus aportes y vamos fortaleciendo la red. El tema de mejoramiento participativo y demás los debemos socializar y tenemos un link donde podremos colgar la información sobre el tema.
También queremos compartir semillas y experiencias de guardianes y custodios de semillas...